¡¡Los pelos sí que se me han puesto “Tres metros sobre el cielo”!!

Hoy anti-recomendación de cine para la película de temática adolescente: “Tres metros sobre el cielo”.

La película no tiene un buen guión (hay momentos de vergüenza ajena), la historia es floja y sin ritmo. ¿Algo bueno? La fotografía, la música y la escenografía (está rodada en Barcelona). Pero la crítica va más allá de si es o no una buena película (en términos de calidad filmográfica). Es decir, asusta (por no decir otra cosa) la cantidad de clichés y estereotipos  que transmite la película de forma gratuita y sin ningún tipo de crítica. El film ofrece una imagen del amor, de la pareja y de la vida a los adolescentes que tiene tintes de atentado social.

La historia se basa en un malote que arriesga su vida en carreras ilegales de motos y que es el Dios de todos y todas las adolescentes. Un chico que debería aprender algo de autocontrol, porqué el film no diferencia entre “tener carácter” y ser “un agresivo que necesita ayuda”. A todo esto, el malote era un chico buenísimo, pero por culpa de su madre se vuelve malo malísimo (lo que hace la madre es tener una relación extramatrimonial y dejar al padre por otro hombre, un motivo “justificadísimo” para ir partiendo piernas por el mundo).  En fin, “chico malote” conoce a “chica pija que saca excelentes” y decide ir a por ella. Cuando decimos “ir a por ella” es literal, porqué cuanto peor trata a la chica, ella más se enamora de él. Durante el film hay escenas de amenazas del malote a una profesora de instituto, destrozo de la propiedad privada y pública, robos, agresiones y para rehogar un poco todo en sí, una bofetada del malote a la chica pija cuando esta le pone los puntos sobre las “i”. Y, repito, lo preocupante no es la película y las imágenes, sino la NULA CRÍTICA a todo ello quedando como algo normalizado: el robar, agredir a tu familia, amenazar a una profesora o pegar a tu novia.

La película dura dos horas y da para cuatro blogs enteritos sobre elementos que cultivan la violencia de género de tal forma que es para denunciarlo.  ¿Qué queremos transmitir a los adolescentes? ¿Qué imagen del amor y del ser hombre o ser mujer promovemos? No olvidemos que esta película fue taquillera y que usaron a actores de moda para el reclamo.

En este film, las mujeres son meros objetos para el uso y abuso de un chico que en vez de ser líder de masas debería tomar medidas psicológicas por el bien de su futuro inmediato. Podemos quejarnos de la saga Crepúsculo y de otras películas que nos pueden parecer más o menos “ñoñas” pero lo de esta es mucho peor: violencia de género, delincuencia normalizada, violencia y agresiones justificadas, anti civismo, etc, etc…

¡Basta ya! De la imagen de mujer modélica que espera a su príncipe azul (que de príncipe tiene poco y de azul más bien tirando a negro). ¡Basta ya! De hacernos pasar por seres sin carácter, objetos de los hombres, bobas sin cerebro, masocas, capaces de soportar TODO por una idea de “amor” que roza la toxicidad y pone en peligro la integridad física y mental. Y ¡Basta ya! De plantear a los peores hombres como modelos ideales con los que tener una relación.

Después de ver esta película, yo de mayor no quiero ser ni hombre ¡ni mujer! ¡¡Me pido ser ameba!!

Por todo ello, “Tres metros sobre el cielo” debería salir de la categoría “cine” y pasar a ser usada como material pedagógico en institutos para fomentar el espíritu reflexivo y crítico…Si en el fondo casi todo se puede usar, pero la clave está en hacer un uso adecuado o no…

Ilustración by Macus Romero